El ex
vicepresidente de Ecuador, Lenín Moreno, y el actual vicemandatario, Jorge
Glas, fueron escogidos el sábado 2 de octubre como el binomio que postulará el
Movimiento Alianza PAIS en las próximas elecciones que se desarrollarán en
febrero del 2017.
En el mismo
evento Fander Falconí presentó el Programa de Gobierno para el periodo 2017-2021 por parte del encargado de la Comisión de
Relaciones Internacionales de Alianza PAIS.
El programa
del oficialismo contiene 4 ejes: sociedad, educación, producción y trabajo
digno. También es explícito en que su objetivo es conducir al país al “socialismo
del Buen Vivir”. Por ello, para consolidar los cambios alcanzados en esta
primera década, Alianza PAIS tiene previsto implementar 12 revoluciones:
política, ética, económica, agraria, social, ecológica, del conocimiento,
cultural, de la justicia, urbana, de la soberanía y por último, de la juventud.
En este
artículo elaborado en varias entregas para Inteligencia Estratégica tratamos
los fundamentos del programa oficialista y los aspectos más relevantes para el
sector privado ecuatoriano del Programa de Gobierno 2017-2021 del Movimiento
Alianza PAIS, entre ellos la “matriz productiva”, la política comercial, los
impuestos y algunos sectores sensibles como el sistema financiero, las
telecomunicaciones y la asistencia social.
1. Eje
productivo de Alianza PAIS: más redistribución que productividad
· ¿Y
la crisis económica actual? Para los autores del Programa de Gobierno
2017-2021 las únicas referencias a “crisis” tratan sobre el feriado bancario de
1999, la crisis política y económica antes de la Revolución Ciudadana, la
crisis financiera mundial del 2008 y la crisis del capitalismo central. En el
programa de Alianza PAIS no encontramos ninguna referencia a la crisis
económica actual (en septiembre el Banco Central publicó que la economía se
contraerá 1.7% en 2016) o el aumento del desempleo agravado por las menores
ventas. Para el régimen no hay crisis económica y el desempleo no es un
problema pues reitera que su logro ha sido tener “las más bajas tasas de
desempleo en la región”.
· Régimen quiere transformar la matriz productiva con
recetas fallidas. Los ideólogos
del oficialismo buscan potenciar la producción nacional mediante compras
públicas, política arancelaria y política para-arancelaria. Es decir que
nuevamente el Gobierno piensa poner su cuota de creatividad con más
restricciones comerciales (como cupos de importación, reglamentos técnicos,
nuevas salvaguardias) o favoreciendo a ciertas industrias locales a través del
sistema de compras públicas. Otra receta fallida la importación directa de
insumos cuando en noviembre de 2015 el mismo presidente Correa decretó la extinción de la Empresa Pública Importadora.
·
Más redistribución que productividad. El eje
productivo contiene el fundamento de la “nueva economía” verdeflex:
productividad, distribución y redistribución. Sin embargo, el Programa se
concentra más en redistribución e intervencionismo estatal que en estímulos a
la productividad y a la competencia como veremos a continuación.
2. La “matriz
productiva” y política comercial
· Yo confieso ante … La Revolución Ciudadana reconoce que “a pesar de
las ingentes inversiones en productividad sistémica, transferencias y
exenciones al sector productivo, la mayoría de empresarios nacionales no han
modificado ni la estructura productiva, ni el régimen de acumulación
imperantes”. En otras palabras, reconoce que el Cambio de la
Matriz Productiva no ha funcionado. Sin embargo, para alcanzar este
objetivo, el Programa menciona que se requiere de “décadas de compromisos y
políticas consistentes”.
· Zanahoria y garrote en la matriz productiva. Según Alianza PAIS, el cambio de matriz productiva
va más allá de diversificar la oferta exportable y agregar valor a los
productos. Este cambio apunta a un “proceso de transformación estructural de
las relaciones económicas, de los productos y de las formas de producir”.
De ahí que el régimen aplicará la zanahoria y el garrote mediante: 1) apoyo
prioritario solamente para las industrias no tradicionales y 2) manuales
antimonopolio para obligar la contratación de micro, pequeñas y medianas
empresas o a actores de la economía popular y solidaria en actividades de
producción y exportación. Por eso, considerado en la confesión anterior, la
“matriz productiva” es un intento de querer cambiar todo y a la vez no querer
cambiar nada.
·
Acuerdo comercial con la
Unión Europea sería el primero y el último de este tipo. Alianza PAIS plantea que fomentará los Acuerdos
Comerciales para el Desarrollo (ACD). Estos acuerdos incluyen cláusulas para
preservar “sensibilidades productivas, la cooperación para el comercio y la
salvaguardia para el desarrollo”. Esta idea no es una novedad,
pues en 2012 el entonces canciller Ricardo Patiño ya defendía esta misma postura. Por lo tanto,
en este escenario no se contempla la firma de Tratados de Libre Comercio (TLC)
como el acordado con la Unión Europea.
· Hay
que producir pero sin competir. La competencia es un proceso dinámico
que hace que los mercados funcionen de manera eficiente y hace que los
productores en búsqueda de ganancias oferten productos o servicios a los
precios y niveles de calidad que sus consumidores están dispuestos a comprar.
El programa del oficialismo propone una cartelización de exportaciones mediante
“un plan regional con las y los ministros de Agricultura, Energía, Minas,
Hacienda, Comercio, entre otros para generar un plan regional de intercambio de
recursos que con el tiempo permita una complementariedad agrícola entre países.
Somos una región que puede proveer al mundo entero de sus productos sin tener
que competir entre países”.
· La prioridad del comercio será con los países
Sur-Sur. Para la
Revolución Ciudadana, Ecuador deberá comerciar más con países en desarrollo
(definición Sur-Sur) que con países desarrollados. Además, el régimen
quiere jugar el rol de banquero y empresario multinacional pues propone la
creación de un Banco Público de Comercio Exterior y la
constitución de “empresas públicas y mixtas para coordinar la demanda
pública supranacional” y hacer emprendimientos en sectores
estratégicos a nivel regional. El riesgo de esta medida es crear un elefante
blanco a escala internacional.
· Mayor impulso a arbitraje internacional con
organismos multilaterales del Sur. El Programa de Gobierno de Alianza PAIS también
plantea denunciar los tratados de inversión que ceden soberanía judicial y que
los conflictos sean solucionados en la UNASUR en reemplazo de otros tribunales generalmente
aceptados como el CIADI, UNCITRAL y Tribunal de La Haya. Sin embargo, esto
queda para el discurso pues en la práctica, el Gobierno de Ecuador firmó en agosto de 2016 el contrato de
concesión de Puerto Bolívar con la empresa turca Yilport aceptando el arbitraje en París bajo el
Reglamento de la Cámara de Comercio Internacional y en idioma inglés.
3. ¿Habrá más
impuestos con Moreno y Glas?
·
Alianza PAIS declara guerra
santa a paraísos fiscales. “Los paraísos fiscales son los peores enemigos de todos los Estados
del mundo, puesto que distorsionan la economía mundial, son foco de contagio de
crisis financieras, fomentan el crimen organizado, el narcotráfico e incluso
sostienen el terrorismo”. Sin
embargo, a la hora de conseguir financiamiento para el cambio de la matriz productiva,
no importa el origen de los fondos. Ayer mencionamos que el oficialismo ya le
tiene puesto el ojo a $30.000 millones de ecuatorianos depositados en la
banca off shore.
· Régimen
aspira que SRI recaude más. El binomio Moreno-Glas necesitará
apuntalar las finanzas públicas para cubrir el gasto público y los pagos de
deuda pública adquirida por el presidente Rafael Correa. El Programa de
Gobierno menciona que seguirá “mejorando la recaudación tributaria de forma
progresiva”. Esto implica que el Ejecutivo podría dar más poder al Servicio
de Rentas Internas (SRI) para cumplir con su meta recaudatoria. Y más dinero en
manos del Gobierno es menos plata en bolsillos de las familias y menos capital
operativo para los negocios.
· El
impuesto a la plusvalía se reencarna en tres intervenciones al mercado. En
la sección de Revolución Urbana, los ideólogos de Alianza PAIS echan la culpa
de la especulación de la tierra a la mala gestión de las autoridades locales.
Para corregir esta situación proponen: 1) regular el mercado del suelo,
2) adquirir predios para consolidar los sistemas públicos y construir viviendas
de interés social, y 3) fijar avalúos de inmuebles dentro de las zonas de
influencia de obras públicas para evitar el pago de sobreprecios en caso de
expropiaciones inmediatas o futuras.
· Impuesto
verde al petróleo de la OPEP. Alianza PAIS busca reconocimiento
internacional de su líder con el impuesto Daly-Correa. Este tributo consiste en
“gravar con una tasa del 3% la producción de crudo de la Organización de
Países Exportadores de Petróleo (OPEP)”. El dinero recaudado sería
administrado por un fideicomiso internacional para actividades relacionadas con
el cambio climático. Esta idea tampoco es una innovación pues data del año 2012 cuando
el Gobierno promocionaba mantener bajo tierra el petróleo del Yasuní-ITT. No
obstante, las prioridades de la OPEP (influir en un alza de precios para
asegurar la sostenibilidad de su industria) difieren de las expectativas
impositivas verdeflex.
4. Moneda,
crédito y sistema financiero
· ¿A
negociar en SUCRE o en dinero electrónico? El Programa de
Gobierno 2017-2021 de Alianza PAIS revela su anhelo de recuperar la política
monetaria a nivel regional: “Soñamos con que, en un futuro, podamos tener
una moneda regional que facilite el comercio entre nuestras naciones hermanas”.
Desde el 2008 opera el Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (SUCRE) como
canal de pagos con Cuba, Venezuela y Bolivia. También se plantea potenciar el
dinero móvil como medio de pago. Al respecto en el Informe Diario 23-09-2016 de Inteligencia
Estratégica presentamos los datos más recientes sobre la ejecución del
proyecto de dinero electrónico en Ecuador a cargo del Banco Central del
Ecuador.
· Repatriar $30.000 millones de paraísos fiscales
para impulsar el crédito. El oficialismo considera que estos fondos son parte
del “ahorro nacional” y asume erróneamente que el Estado puede destinar
libremente su uso en la economía nacional. Así, con estos recursos frescos
registrados como nuevos depósitos en el sistema financiero, el Gobierno buscará
canalizar el crédito e “impulsar las transformaciones estructurales de la
matriz productiva y generación de trabajo”. De esta manera el régimen
creará artificialmente un auge crediticio alentando proyectos empresariales que
en el mercado competitivo no serían viables.
· Servicios
financieros continuarán altamente regulados. Para los ideólogos de
Alianza PAIS, es necesaria mantener la regulación y control de los medios de
pago como tarjetas de crédito, cheques y otros instrumentos para evitar “cobros
excesivos por su utilización”. Es decir que la Junta de Regulación
Monetaria y Financiera seguirá fijando los precios máximos para los servicios
financieros. Esto sumado a la creciente tramitología desincentiva la innovación
y creación de valor en esta actividad.
· Cooperativas
y economía popular y solidaria serán la alternativa de la banca. El
oficialismo también quiere financiar la inversión productiva a través de la
banca pública (antes Banco de Fomento y ahora BanEcuador). Para ello proponen a
las cooperativas de ahorro y crédito o bancas comunales como un aliado para la
gestión de los créditos para los campesinos. Sin embargo, la regulación para
este sector será menos invasiva y exigente que la aplicada al sistema bancario.
En otras palabras, se trataría de una regulación hecha a la medida del régimen
que maximiza el retorno político de la banca pública y traslada el riesgo
operativo a las cooperativas.
5. Oficialismo
propone más intervención estatal en telecomunicaciones
El Programa de
Gobierno 2017-2021 de Alianza PAIS señala que “aprovechará la infraestructura y
el espectro radioeléctrico para democratizar la información económica y reducir
la asimetría”.
· Ya existe precedente para aprovechar la
infraestructura de telecomunicaciones. En 2012 la operadora estatal CNT denunció a Conecel (Claro) porque esta última no le permitía instalar
radiobases en sus terrenos aduciendo que eran una “facilidad esencial”. En
otras palabras, CNT quería aprovechar la infraestructura desplegada de su
competidor para instalar antenas donde la otra empresa ya había invertido en el
diseño e implementación de su red de telecomunicaciones.
· ¿Cómo sacarle más jugo al espectro
radioeléctrico? Considerando
que las frecuencias de la red 4G LTE ya fueron adjudicadas a CNT, Conecel y
Otecel y el Estado no las puede revertir a discreción, otra forma de aprovechar
el espectro sería fomentando el ingreso de nuevos operadores móviles virtuales
como Virgin
Mobile que ya
funciona en México, Chile, Perú y Colombia. Para esto podrá reformar el
actual Reglamento para operadores móviles virtuales y brindar más incentivos.
· Estructura de mercado de telefonía móvil se
mantiene pese a privilegio estatal. CNT obtuvo un trato preferencial del Estado en la
concesión directa de frecuencias para la red 4G LTE (30 MHz en la banda de 700
MHz y 40 MHz en la banda de 1700-2100 MHz). Además, CNT tuvo más de dos años de
ventaja que sus competidores para ampliar la cobertura de servicios. Sin
embargo, según cifras oficiales a agosto de 2016, Claro es el líder en
Servicio Móvil Avanzado con el 60%, seguido por Movistar con 31%, mientras que
CNT tiene el 9% restante de líneas activas.
· Oficialismo
promete reducir brecha digital con internet gratis y software libre. Los
ideólogos de la Revolución Ciudadana ofrecen proveer “acceso a internet en
espacios públicos”, habilitar infraestructuras para el “uso libre y
gratuito de internet” e “impulsar el uso del software libre
en el Estado y en la sociedad”. Para ello el Gobierno Nacional tiene
previsto dar preferencia a la compra de software nacional. Además, para zonas
rurales anuncian la construcción de infocentros comunitarios y regular el
acceso a contenidos para menores de 18 años. El Código INGENIOS tratará algunos
de estos aspectos y el proyecto de Ley de Gobierno Electrónico introducirá
el uso de nuevas tecnologías para los trámites entre las entidades públicas
dependientes del Ejecutivo.
6. Asistencia
social
· La
solidaridad como un monopolio del Gobierno. Los ideólogos del
oficialismo menosprecian la ayuda espontánea y voluntaria de personas y
organizaciones de la sociedad civil. Para ellos “La desigualdad social y la
injusta distribución de la riqueza no se resuelven con filantropía, con
préstamos o donaciones internacionales, con ayuda humanitaria ni políticas
compensatorias para los pobres. La desigualdad se soluciona con cambios profundos
en el sistema económico, lo que necesariamente implica un cambio en las
relaciones de poder y la distribución de la riqueza, mediante un sólido pacto
fiscal”.
Por ello,
Alianza PAIS es enfática al señalar que “Nuestra Revolución Ética interpela y
cuestiona la inmoralidad del capitalismo, su egoísmo, su ausencia de
solidaridad y humanidad”. En este sentido, al núcleo de intelectuales
verdeflex les resulta difícil entender las multimillonarias donaciones de
la Fundación de Bill & Melinda Gates (Microsoft)
y la iniciativa de los esposos Chan Zuckerberg (Facebook)
para erradicar enfermedades o mejorar el acceso a educación a nivel mundial.
Incluso a nivel local hay recientes casos de filantropía como la donación
efectuada por John Paulson para la construcción del nuevo
complejo de hospitales de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
7. Conclusiones
y recomendaciones
El Programa
de Gobierno 2017-2021 de Alianza País parte de un diagnóstico inadecuado que no reconoce la
actual crisis económica y social que atraviesa el Ecuador. Además, no
ofrece nuevas soluciones para revertir los efectos de la contracción económica
que podría extenderse entre dos y cuatro años según proyecciones de organismos
internacionales. Mas bien, pretende consolidar el actual sistema donde el
Estado sigue siendo el eje motor y principal financista de la economía basado
en las políticas del Socialismo del Siglo XXI.
El Programa oficialista
que soporta al binomio Moreno-Glas busca una mayor intervención estatal en la
economía mediante la creación de nuevos impuestos, la regulación y el control
de sectores clave de la
economía para dar un impulso artificial al cambio de la matriz productiva.
Este modelo
que gira alrededor del Estado y la planificación central agravaría la compleja
situación económica del país. Para salir de la crisis se requiere un cambio de
180 grados en la estrategia del rol del Gobierno, dar señales positivas al
sector privado para recuperar la confianza empresarial y mejorar el entorno de
negocios con reglas claras, estables y orientadas a la productividad que es lo
que al final del día es lo que determina el nivel de bienestar de una sociedad.
*Agradezco la colaboración de Luis Fernando Oramas en la edición de este artículo.