lunes, 10 de octubre de 2016

El desafío verdeflex: ¿podrá reactivar la economía con más de lo mismo?*

El ex vicepresidente de Ecuador, Lenín Moreno, y el actual vicemandatario, Jorge Glas, fueron escogidos el sábado 2 de octubre como el binomio que postulará el Movimiento Alianza PAIS en las próximas elecciones que se desarrollarán en febrero del 2017.

En el mismo evento Fander Falconí presentó el Programa de Gobierno para el periodo 2017-2021 por parte del encargado de la Comisión de Relaciones Internacionales de Alianza PAIS. 

El programa del oficialismo contiene 4 ejes: sociedad, educación, producción y trabajo digno. También es explícito en que su objetivo es conducir al país al “socialismo del Buen Vivir”. Por ello, para consolidar los cambios alcanzados en esta primera década, Alianza PAIS tiene previsto implementar 12 revoluciones: política, ética, económica, agraria, social, ecológica, del conocimiento, cultural, de la justicia, urbana, de la soberanía y por último, de la juventud.

En este artículo elaborado en varias entregas para Inteligencia Estratégica tratamos los fundamentos del programa oficialista y los aspectos más relevantes para el sector privado ecuatoriano del Programa de Gobierno 2017-2021 del Movimiento Alianza PAIS, entre ellos la “matriz productiva”, la política comercial, los impuestos y algunos sectores sensibles como el sistema financiero, las telecomunicaciones y la asistencia social.



1.      Eje productivo de Alianza PAIS: más redistribución que productividad

·       ¿Y la crisis económica actual? Para los autores del Programa de Gobierno 2017-2021 las únicas referencias a “crisis” tratan sobre el feriado bancario de 1999, la crisis política y económica antes de la Revolución Ciudadana, la crisis financiera mundial del 2008 y la crisis del capitalismo central. En el programa de Alianza PAIS no encontramos ninguna referencia a la crisis económica actual (en septiembre el Banco Central publicó que la economía se contraerá 1.7% en 2016) o el aumento del desempleo agravado por las menores ventas. Para el régimen no hay crisis económica y el desempleo no es un problema pues reitera que su logro ha sido tener “las más bajas tasas de desempleo en la región”.

·    Régimen quiere transformar la matriz productiva con recetas fallidas. Los ideólogos del oficialismo buscan potenciar la producción nacional mediante compras públicas, política arancelaria y política para-arancelaria. Es decir que nuevamente el Gobierno piensa poner su cuota de creatividad con más restricciones comerciales (como cupos de importación, reglamentos técnicos, nuevas salvaguardias) o favoreciendo a ciertas industrias locales a través del sistema de compras públicas. Otra receta fallida la importación directa de insumos cuando en noviembre de 2015 el mismo presidente Correa decretó la extinción de la Empresa Pública Importadora.

·     Más redistribución que productividad. El eje productivo contiene el fundamento de la “nueva economía” verdeflex: productividad, distribución y redistribución. Sin embargo, el Programa se concentra más en redistribución e intervencionismo estatal que en estímulos a la productividad y a la competencia como veremos a continuación.


2.      La “matriz productiva” y política comercial

·       Yo confieso ante …  La Revolución Ciudadana reconoce que “a pesar de las ingentes inversiones en productividad sistémica, transferencias y exenciones al sector productivo, la mayoría de empresarios nacionales no han modificado ni la estructura productiva, ni el régimen de acumulación imperantes”. En otras palabras, reconoce que el Cambio de la Matriz Productiva no ha funcionado. Sin embargo, para alcanzar este objetivo, el Programa menciona que se requiere de “décadas de compromisos y políticas consistentes”.

·   Zanahoria y garrote en la matriz productiva. Según Alianza PAIS, el cambio de matriz productiva va más allá de diversificar la oferta exportable y agregar valor a los productos. Este cambio apunta a un “proceso de transformación estructural de las relaciones económicas, de los productos y de las formas de producir”. De ahí que el régimen aplicará la zanahoria y el garrote mediante: 1) apoyo prioritario solamente para las industrias no tradicionales y 2) manuales antimonopolio para obligar la contratación de micro, pequeñas y medianas empresas o a actores de la economía popular y solidaria en actividades de producción y exportación. Por eso, considerado en la confesión anterior, la “matriz productiva” es un intento de querer cambiar todo y a la vez no querer cambiar nada.

·     Acuerdo comercial con la Unión Europea sería el primero y el último de este tipo. Alianza PAIS plantea que fomentará los Acuerdos Comerciales para el Desarrollo (ACD). Estos acuerdos incluyen cláusulas para preservar “sensibilidades productivas, la cooperación para el comercio y la salvaguardia para el desarrollo”.  Esta idea no es una novedad, pues en 2012 el entonces canciller Ricardo Patiño ya defendía esta misma postura. Por lo tanto, en este escenario no se contempla la firma de Tratados de Libre Comercio (TLC) como el acordado con la Unión Europea.

·       Hay que producir pero sin competir.  La competencia es un proceso dinámico que hace que los mercados funcionen de manera eficiente y hace que los productores en búsqueda de ganancias oferten productos o servicios a los precios y niveles de calidad que sus consumidores están dispuestos a comprar. El programa del oficialismo propone una cartelización de exportaciones mediante “un plan regional con las y los ministros de Agricultura, Energía, Minas, Hacienda, Comercio, entre otros para generar un plan regional de intercambio de recursos que con el tiempo permita una complementariedad agrícola entre países. Somos una región que puede proveer al mundo entero de sus productos sin tener que competir entre países”.
  
·       La prioridad del comercio será con los países Sur-Sur. Para la Revolución Ciudadana, Ecuador deberá comerciar más con países en desarrollo (definición Sur-Sur) que con países desarrollados. Además, el régimen quiere jugar el rol de banquero y empresario multinacional pues propone la creación de un Banco Público de Comercio Exterior y la constitución de “empresas públicas y mixtas para coordinar la demanda pública supranacional” y hacer emprendimientos en sectores estratégicos a nivel regional. El riesgo de esta medida es crear un elefante blanco a escala internacional.

·       Mayor impulso a arbitraje internacional con organismos multilaterales del Sur. El Programa de Gobierno de Alianza PAIS también plantea denunciar los tratados de inversión que ceden soberanía judicial y que los conflictos sean solucionados en la UNASUR en reemplazo de otros tribunales generalmente aceptados como el CIADIUNCITRAL y Tribunal de La Haya. Sin embargo, esto queda para el discurso pues en la práctica, el Gobierno de Ecuador firmó en agosto de 2016 el contrato de concesión de Puerto Bolívar con la empresa turca Yilport aceptando el arbitraje en París bajo el Reglamento de la Cámara de Comercio Internacional y en idioma inglés.


3.      ¿Habrá más impuestos con Moreno y Glas?

·     Alianza PAIS declara guerra santa a paraísos fiscales. Los paraísos fiscales son los peores enemigos de todos los Estados del mundo, puesto que distorsionan la economía mundial, son foco de contagio de crisis financieras, fomentan el crimen organizado, el narcotráfico e incluso sostienen el terrorismo”.  Sin embargo, a la hora de conseguir financiamiento para el cambio de la matriz productiva, no importa el origen de los fondos. Ayer mencionamos que el oficialismo ya le tiene puesto el ojo a $30.000 millones de ecuatorianos depositados en la banca off shore.

·    Régimen aspira que SRI recaude más. El binomio Moreno-Glas necesitará apuntalar las finanzas públicas para cubrir el gasto público y los pagos de deuda pública adquirida por el presidente Rafael Correa. El Programa de Gobierno menciona que seguirá “mejorando la recaudación tributaria de forma progresiva”. Esto implica que el Ejecutivo podría dar más poder al Servicio de Rentas Internas (SRI) para cumplir con su meta recaudatoria. Y más dinero en manos del Gobierno es menos plata en bolsillos de las familias y menos capital operativo para los negocios.

·      El impuesto a la plusvalía se reencarna en tres intervenciones al mercado. En la sección de Revolución Urbana, los ideólogos de Alianza PAIS echan la culpa de la especulación de la tierra a la mala gestión de las autoridades locales. Para corregir esta situación proponen:  1) regular el mercado del suelo, 2) adquirir predios para consolidar los sistemas públicos y construir viviendas de interés social, y 3) fijar avalúos de inmuebles dentro de las zonas de influencia de obras públicas para evitar el pago de sobreprecios en caso de expropiaciones inmediatas o futuras.

·       Impuesto verde al petróleo de la OPEP. Alianza PAIS busca reconocimiento internacional de su líder con el impuesto Daly-Correa. Este tributo consiste en “gravar con una tasa del 3% la producción de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)”. El dinero recaudado sería administrado por un fideicomiso internacional para actividades relacionadas con el cambio climático. Esta idea tampoco es una innovación pues data del año 2012 cuando el Gobierno promocionaba mantener bajo tierra el petróleo del Yasuní-ITT. No obstante, las prioridades de la OPEP (influir en un alza de precios para asegurar la sostenibilidad de su industria) difieren de las expectativas impositivas verdeflex.


4.      Moneda, crédito y sistema financiero

·      ¿A negociar en SUCRE o en dinero electrónico? El Programa de Gobierno 2017-2021 de Alianza PAIS revela su anhelo de recuperar la política monetaria a nivel regional: “Soñamos con que, en un futuro, podamos tener una moneda regional que facilite el comercio entre nuestras naciones hermanas”. Desde el 2008 opera el Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (SUCRE) como canal de pagos con Cuba, Venezuela y Bolivia. También se plantea potenciar el dinero móvil como medio de pago. Al respecto en el Informe Diario 23-09-2016 de Inteligencia Estratégica presentamos los datos más recientes sobre la ejecución del proyecto de dinero electrónico en Ecuador a cargo del Banco Central del Ecuador.

·   Repatriar $30.000 millones de paraísos fiscales para impulsar el crédito. El oficialismo considera que estos fondos son parte del “ahorro nacional” y asume erróneamente que el Estado puede destinar libremente su uso en la economía nacional. Así, con estos recursos frescos registrados como nuevos depósitos en el sistema financiero, el Gobierno buscará canalizar el crédito e “impulsar las transformaciones estructurales de la matriz productiva y generación de trabajo”. De esta manera el régimen creará artificialmente un auge crediticio alentando proyectos empresariales que en el mercado competitivo no serían viables.

·      Servicios financieros continuarán altamente regulados. Para los ideólogos de Alianza PAIS, es necesaria mantener la regulación y control de los medios de pago como tarjetas de crédito, cheques y otros instrumentos para evitar “cobros excesivos por su utilización”. Es decir que la Junta de Regulación Monetaria y Financiera seguirá fijando los precios máximos para los servicios financieros. Esto sumado a la creciente tramitología desincentiva la innovación y creación de valor en esta actividad.

·      Cooperativas y economía popular y solidaria serán la alternativa de la banca. El oficialismo también quiere financiar la inversión productiva a través de la banca pública (antes Banco de Fomento y ahora BanEcuador). Para ello proponen a las cooperativas de ahorro y crédito o bancas comunales como un aliado para la gestión de los créditos para los campesinos. Sin embargo, la regulación para este sector será menos invasiva y exigente que la aplicada al sistema bancario. En otras palabras, se trataría de una regulación hecha a la medida del régimen que maximiza el retorno político de la banca pública y traslada el riesgo operativo a las cooperativas.


5.      Oficialismo propone más intervención estatal en telecomunicaciones

El Programa de Gobierno 2017-2021 de Alianza PAIS señala que “aprovechará la infraestructura y el espectro radioeléctrico para democratizar la información económica y reducir la asimetría”.

·      Ya existe precedente para aprovechar la infraestructura de telecomunicaciones. En 2012 la operadora estatal CNT denunció a Conecel (Claro) porque esta última no le permitía instalar radiobases en sus terrenos aduciendo que eran una “facilidad esencial”. En otras palabras, CNT quería aprovechar la infraestructura desplegada de su competidor para instalar antenas donde la otra empresa ya había invertido en el diseño e implementación de su red de telecomunicaciones.

·      ¿Cómo sacarle más jugo al espectro radioeléctrico? Considerando que las frecuencias de la red 4G LTE ya fueron adjudicadas a CNT, Conecel y Otecel y el Estado no las puede revertir a discreción, otra forma de aprovechar el espectro sería fomentando el ingreso de nuevos operadores móviles virtuales como Virgin Mobile que ya funciona en México, Chile, Perú y Colombia. Para esto podrá reformar el actual Reglamento para operadores móviles virtuales y brindar más incentivos.

·      Estructura de mercado de telefonía móvil se mantiene pese a privilegio estatal. CNT obtuvo un trato preferencial del Estado en la concesión directa de frecuencias para la red 4G LTE (30 MHz en la banda de 700 MHz y 40 MHz en la banda de 1700-2100 MHz). Además, CNT tuvo más de dos años de ventaja que sus competidores para ampliar la cobertura de servicios. Sin embargo, según cifras oficiales a agosto de 2016, Claro es el líder en Servicio Móvil Avanzado con el 60%, seguido por Movistar con 31%, mientras que CNT tiene el 9% restante de líneas activas.

·      Oficialismo promete reducir brecha digital con internet gratis y software libre. Los ideólogos de la Revolución Ciudadana ofrecen proveer “acceso a internet en espacios públicos”, habilitar infraestructuras para el “uso libre y gratuito de internet” e “impulsar el uso del software libre en el Estado y en la sociedad”. Para ello el Gobierno Nacional tiene previsto dar preferencia a la compra de software nacional. Además, para zonas rurales anuncian la construcción de infocentros comunitarios y regular el acceso a contenidos para menores de 18 años. El Código INGENIOS tratará algunos de estos aspectos y el proyecto de Ley de Gobierno Electrónico introducirá el uso de nuevas tecnologías para los trámites entre las entidades públicas dependientes del Ejecutivo.


6. Asistencia social

·       La solidaridad como un monopolio del Gobierno. Los ideólogos del oficialismo menosprecian la ayuda espontánea y voluntaria de personas y organizaciones de la sociedad civil. Para ellos “La desigualdad social y la injusta distribución de la riqueza no se resuelven con filantropía, con préstamos o donaciones internacionales, con ayuda humanitaria ni políticas compensatorias para los pobres. La desigualdad se soluciona con cambios profundos en el sistema económico, lo que necesariamente implica un cambio en las relaciones de poder y la distribución de la riqueza, mediante un sólido pacto fiscal”.

Por ello, Alianza PAIS es enfática al señalar que “Nuestra Revolución Ética interpela y cuestiona la inmoralidad del capitalismo, su egoísmo, su ausencia de solidaridad y humanidad”. En este sentido, al núcleo de intelectuales verdeflex les resulta difícil entender las multimillonarias donaciones de la Fundación de Bill & Melinda Gates (Microsoft) y la iniciativa de los esposos Chan Zuckerberg (Facebook) para erradicar enfermedades o mejorar el acceso a educación a nivel mundial. Incluso a nivel local hay recientes casos de filantropía como la donación efectuada por John Paulson para la construcción del nuevo complejo de hospitales de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.


7.      Conclusiones y recomendaciones

El Programa de Gobierno 2017-2021 de Alianza País parte de un diagnóstico inadecuado que no reconoce la actual crisis económica y social que atraviesa el Ecuador. Además, no ofrece nuevas soluciones para revertir los efectos de la contracción económica que podría extenderse entre dos y cuatro años según proyecciones de organismos internacionales. Mas bien, pretende consolidar el actual sistema donde el Estado sigue siendo el eje motor y principal financista de la economía basado en las políticas del Socialismo del Siglo XXI.

El Programa oficialista que soporta al binomio Moreno-Glas busca una mayor intervención estatal en la economía mediante la creación de nuevos impuestos, la regulación y el control de sectores clave de la economía para dar un impulso artificial al cambio de la matriz productiva.

Este modelo que gira alrededor del Estado y la planificación central agravaría la compleja situación económica del país. Para salir de la crisis se requiere un cambio de 180 grados en la estrategia del rol del Gobierno, dar señales positivas al sector privado para recuperar la confianza empresarial y mejorar el entorno de negocios con reglas claras, estables y orientadas a la productividad que es lo que al final del día es lo que determina el nivel de bienestar de una sociedad.



*Agradezco la colaboración de Luis Fernando Oramas en la edición de este artículo. 


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